Se pasó una hora buscando el
calcetín rojo. Metódicamente la pequeña buscó en todos los rincones de su
habitación. Uno a uno abrió los cajones de la mesita, con mucho cuidado fue
dejando toda su ropa sobre la cama. No quería que se arrugaran sus camisetas
así que las extendió sobre la colcha y buscó el pequeño calcetín que había
desaparecido. Era un calcetín rojo, de algodón, con una diminuta flor blanca
bordada en la gomita del tobillo. Se los había regalado su abuela hacía ya dos
años y unos cuantos meses, en su cumpleaños. La abuela los había comprado en un
mercadillo y después había bordado la flor a mano, una margarita blanca en cada
calcetín, los había envuelto con un bonito papel de regalo y se los dio a su
nieta el día que cumplía 5 años. Se los compró un poco grandes, para que le
duraran algún tiempo. A la niña le encantaban, siempre se los ponía cuando iba
a ver a su abuela. Una vez al mes su papá, su mamá y ella recorrían los
doscientos kilómetros que separaban sus ciudades y pasaban el día con ella.
Cuando llegaban la pequeña era la primera en darle un beso y su abuela sacaba
del bolsillo un caramelo o alguna otra chuchería y se lo daba. La niña entraba
hasta el cuarto de estar y buscaba a Robi, el gato que hacía compañía a la
anciana, le rascaba detrás de las orejas y se sentaba en el sillón a comerse su
regalo junto al animal. Le gustaba mucho ir a ver a su abuela y a Robi.
El calcetín no aparecía por ningún
sitio y la niña estaba segura de que la noche anterior lo había dejado sobre la
mesita junto al resto de la ropa que se iba a poner. Preguntó a su mamá pero
ella tampoco sabía dónde podía encontrarse el calcetín perdido y aunque la
ayudó a buscarlo otra vez no lo encontraron. Su mamá le buscó otro par, unos
calcetines blancos de algodón que le quedarían muy bien con su ropa. Un poco
triste por no poder llevar los calcetines rojos de su abuela terminó de
vestirse y subió al coche junto a su familia.
Llegaron sobre las doce, tras más
de dos horas de viaje en las que la pequeña vio una película de dibujos
animados en su reproductor de DVD. Se bajó del coche y se alisó el vestido para
quitarle algunas arrugas, cogió de la mano a su mamá y caminaron unos minutos,
le pidió a su madre las flores y las dejó sobre la lápida. Le dijo hola a su
abuela y le recordó que la quería mucho y la echaba de menos. Lloró un poquito,
y su mamá le dijo que no pasaba nada, pero ella no quería llorar porque las
primeras veces que fue a verla allí en lugar de verla en su casa había llorado
mucho y seguro que su abuela se ponía triste si la veía llorar. Pasaron allí un
buen rato, limpiando y quitando las flores viejas para que las nuevas, unas
margaritas blancas, estuvieran perfectas. Después comieron en una terraza muy
bonita y ella pidió helado de postre.
Al llegar de nuevo a casa la niña llamó
a Robi, que ahora vivía con ellos porque la abuela ya no podía cuidarle. El
gato bajó las escaleras del piso superior y se sentó a los pies de la niña para
que le rascara detrás de las orejas, traía un calcetín rojo en la boca, seguro
que había estado jugando con él durante todo el día.
Qué bonito relato. Me ha emocionado. Gracias por compartirlo :)
ResponderEliminarEstas son las cosas maravillosas que se generan al compartir la inspiración.Me encanta.
EliminarRealmente genial!
ResponderEliminarQué bonita historia. No tengo más palabras (y no hacen falta).
ResponderEliminarMe encanto! :)
ResponderEliminarOh un relato muy mono!, felicitaciones por la gran técnica..saludos!
ResponderEliminarEn verdad que me emociono demasiado cuando leo este tipo de trabajo, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarmuy buen relato
ResponderEliminarBuen relato..
ResponderEliminarMe encanto, una hermosa historia
ResponderEliminarLinda historia, ¡saludos!
ResponderEliminarMuy bello relato!
ResponderEliminarMe encantó, tienes mucho talento
ResponderEliminarOye y si es el texto de 300 palabras contesten
ResponderEliminarBueno pregunto para hacerlo si es es el que te piden de 300 palabras
ResponderEliminarAcabo de descubrir los ejercicios de escritura y luego vi tu link, fue bueno que sea curiosa y viniera hasta aquí. Me encantó! Es muy bello. Gracias
ResponderEliminarcaucho sosio me ayudo con la tarea bien hay cucho :D
ResponderEliminarEs un poco triste, pero bien hilvanado. No se sabe hasta el final que la abuela reposa en el cementario, y su gato baja con el calcetín rojo.
ResponderEliminarHola, veo que pasaron ya unos años desde que lo escribiste, espero que lo sigas haciendo. Me gusta mucho como describís todo en detalle, muy buen texto.
ResponderEliminarBuenas tardes, excelente texto para compartir con mis alumnos, gracias por apoyar a la educación.
ResponderEliminarYo también leí este texto después de llegar a los ejercicios de escritura y me ha encantado!! Felicidades!!
ResponderEliminarVengo de los ejercicios de escritura creativa, muy lindo. Me encanta, felicidades <3
ResponderEliminarFelicitaciones por tu escrito muy conmovedor.
ResponderEliminar